Un planeta hecho de rocas
La Tierra tiene una forma casi
esférica, algo achatada por los polos. La mayor parte del planeta se
compone de una gran masa de rocas y minerales llamada geosfera.
Esta masa mide casi 4.000 kilómetros de radio desde el exterior de la Tierra al
centro del planeta.
En la capa
exterior de la geosfera, las rocas son sólidas, ya que se enfrian al
entrar en contacto con la atmósfera. En el interior, sin embargo,
la temperatura y la presión son extremas y las rocas pueden llegar a
fundirse.
Este mismo
calor impide al ser humano acceder al interior del planeta y solo puede
estudiarlo por las consecuencias de los fenómenos naturales como terremotos o
erupciones volcánicas. Así hemos conocido la estructura interna de la
Tierra.
1. La corteza es la capa más
externa y delgada de la geosfera. Las rocas forman aquí islas y
continentes, sobre los que vivimos.
2. El manto es la capa
intermedia y de mayor grosor. En ella, las altas temperaturas funden las
rocas que se convierten en el magma que expulsan los volcanes. Las capas
del manto se mueven y pueden provocar terremotos.
3. El núcleo es una esfera con
un interior sólido y un exterior fluido. Está formado por materiales densos y
pesados, como el hierro. Sus temperaturas son las más elevadas.
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