martes, 24 de mayo de 2016

Las Meninas

¿Por qué es tan importante Las Meninas?

Velázquez pintó Las Meninas  en 1656, cuatro años antes de su muerte. Tenía 57 años.
En esta obra volcó toda su sabiduría, fruto de muchos años de observación, práctica y estudio.
Consiguió adelantarse a su época en la manera de pintar, ya que logró trasmitir realismo con pocos colores y pocas pinceladas. Puedes verlo en el adorno del vestido de la infanta Margarita ¿A que de cerca parece un borrón hecho deprisa y corriendo?
En cierto modo, ya usaba la técnica que a fines del siglo XIX, adoptarán los pintores impresionistas.
Las Meninas
Detalle de la infanta Margarita.
Respecto a la profundidad  y a la manera de iluminar el cuadro, consigue crear una atmósfera que difumina los contornos y hace que los colores sean más apagados y menos nítidos cuanto  más lejos están las figuras ¡Da la sensación de que el aire de la sala casi se puede tocar!
Este método para crear sensación de profundidad se conoce como perspectiva aérea y Velázquez fue el maestro indiscutible.

¿Qué nos cuenta Las Meninas?

Las Meninas
Las Meninas
La obra representa un momento de la vida en palacio.
En el centro aparece la infanta Margarita, a la edad de cinco años, rodeada de un grupo de sirvientes. A cada lado, hay una doncella. Estas muchachas, que debían acompañarla y atenderla, eran conocidas como meninas y de ahí el nombre del cuadro.
A la derecha vemos  dos enanos, uno de ellos jugando con un perro mastín, y a otros servidores de la corte: dos que están charlando y uno al fondo que parece abrir una puerta. Y por supuesto, distinguimos a Velázquez, que  se representa a sí mismo trabajando en un enorme lienzo con la paleta y el pincel en las manos.

¿Dónde está la incógnita del cuadro?

Si a nivel técnico es una genialidad, el argumento  es apasionante.  El cuadro encierra muchos misterios, pero vamos a centrarnos en la incógnita principal que durante años ha traído de cabeza no sólo a los estudiosos del arte, sino a todos los que nos paramos a contemplarlo.
Obsérvalo durante un rato ¿No te da la sensación de que algunos personajes traspasan el cuadro con la mirada, hacia afuera, donde estás tú? Es como si hubiera sucedido algo frente a ellos que llama su atención, pero ¿qué puede ser?… ¡Ahí está el quid de la cuestión!
Las Meninas
Para entender algo más, tienes que buscar a los padres de Margarita dentro del cuadro. Son los reyes Felipe IV y Mariana de Austria.
¡Ah! ¿Que no los ves? Pues te aseguro que están ahí. Tómate el tiempo necesario para encontrarlos.
¡Claro, son las figuras que aparecen difuminadas en el espejo del fondo! Velázquez no los pinta junto a los demás personajes, sino  reflejados en un espejo.
Las Meninas
Ahora, mira el cuadro de nuevo y piensa: si los reyes no están en la sala pero se reflejan en el espejo… ¿Dónde están los reyes? ¿Crees que están en el lugar del espectador, es decir, donde estás tú?
Las Meninas
Las Meninas
Si crees que sí, la historia podría ser algo parecido a esto:
Velázquez está un día cualquiera trabajando en palacio. No sabemos qué cuadro pinta, porque no lo vemos. Por allí está la infanta Margarita acompañada de su séquito, cuando de repente, los reyes entran por sorpresa en la sala. Algunos se dan cuenta y levantan la mirada. Se supone que los reyes están donde estás tú como espectador y por eso se reflejan en el espejo del fondo ¿Lo ves?
Velázquez incluye a los reyes en el cuadro de una manera muy ingeniosa: nos hace saber que están ahí, en la sala con los demás, aunque no los veamos en la escena.
Pero claro, también hay otra opción. Observa la imagen de nuevo.
¿Y si los reyes no acaban de entrar, sino que han estado posando para el pintor?
Las Meninas
Las Meninas
Veamos esta posibilidad:
Imagina que los reyes están sentados porque Velázquez les está haciendo un retrato. Su hija ha decidido bajar a la sala a ver cómo va la cosa junto al resto de acompañantes. De repente, el rey y la reina deciden que ha llegado la hora de irse y que ya seguirán posando otro día. Se levantan de sus asientos y al ponerse de pie, el espejo de fondo capta su imagen. Velázquez deja de pintar y les mira, al igual que la infanta Margarita y otros sirvientes.
Si esto fuese así, hay un misterio que quedaría resuelto ¿Sabes cuál?… ¡Claro! Sabríamos qué cuadro está pintando Velázquez: ¡el retrato de los reyes!
Según cómo interpretemos lo que sucede, desvelamos cosas del cuadro que en realidad no vemos ¿No te parece magistral?
Las Meninas
Por si esto fuera poco, hay todavía más alternativas, como puedes ver en el dibujo superior: que el espejo no refleje la imagen de los reyes, ni entrando ni levantándose después de posar, porque… ¿Y si lo que refleja es lo que Velázquez está pintando?
En realidad, nosotros sólo vemos la parte de atrás del cuadro, el bastidor, pero si te fijas, está girado hacia el espejo ¡Quizá Velázquez está pintando a los reyes y es el lienzo lo que se refleja!
Hay quien riza el rizo y opina que se retrata a sí mismo pintando Las Meninas y en ese momento aparecen los reyes. Aunque no lo veamos, serían Las Meninas dentro de Las Meninas.
Y tú… ¿Cuál crees que es la solución a esta gran incógnita? ¿Cuál es la que te convence más?
Velázquez nos introduce en la pintura y nos invita a jugar, a pensar, a descifrar lo que está sucediendo justo en ese momento congelado en el tiempo.

La genialidad del genio

Quizá te haya resultado un poco complicado, pero espero que haya servido para despertar tu curiosidad y apreciar un poco más la grandeza de esta obra en la que Velázquez quiso dejar clarísimo que era un genio en todos los sentidos.

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